miércoles, 20 de marzo de 2013

De la victoria napoleónica a nuestros días.

El cruce de la Mancha en uno de los primeros dirigibles
1) Historia del Nuevo Regimen


El primer uso militar del globo data de 1794, en la batalla de Fleurus, donde fue utilizado con resonante éxito como plataforma de reconocimiento. Por aquellos años, los ingleses y franceses estaban a la vanguardia del arte de los globos, pero también avanzaban hacia el perfeccionamiento del dirigible, es decir, el globo dotado de propulsión. Uno de los primeros dirigibles realizó por aquellos años la proeza de atravesar el canal de la mancha y depositar a sus pasajeros en total seguridad en tierra del otro lado generando gran entusiasmo. Junto con el globo de reconocimiento se desarrolló en la Francia revolucionaria una serie de códigos para transmitir en la batalla la información desde el aire hasta el suelo.
La batalla de Fleurus
Alas, Fuego en el Cielo explora la alternativa histórica en la que Napoleón retomó el uso de globos en el campo de batalla después de su coronación en 1804. En esta versión de la historia todo marcha bien con el globo conmemorativo con forma estrambótica que había encargado para la ocasión y, a pesar de la complejidad del proyecto, es un éxito rotundo y memorable como tanto ansiaban los entusiastas de la aeronavegación. El globo de Garnerin no se enciende en llamas, y tampoco cae en el campo cercano conocido por contener la tumba de Nerón, el fatídico Emperador romano y por ende no se convierte en un signo ominoso para el Emperador.
Mongolfière o mongolfier

Fascinado en cambio por el simbolismo de las máquinas voladoras, Napoleón restituye el cuerpo de reconocimiento de globos que había disuelto después de la campaña de Egipto. De ahí en más los entusiastas de la aeronavegación (en su mayoría nobles ilustrados) tendrían el apoyo constante del Estado.

 
El siguiente episodio crucial transcurre durante el preámbulo a la batalla de Liepzieg donde napoleón se enfrentó a los ejércitos de la Sexta Coalición al mando del Zar Alejandro I. El Zar se encontraba inspeccionando el campo de batalla junto con su hermano y un grupo de oficiales cuando fueron descubiertos. De no haber contado con la información inmediata de los vigías en globo, hubiera tenido la chance de detectar a la partida envíada para capturarlo y escapar, pero es demasiado tarde cuando notan que han sido rodeados, y son hechos prisioneros. De manera que, gracias al uso del globo, el principal sostenedor de la "Santa Alianza" es capturado, con su primer sucesor y varios oficiales de alto rango. El ejército revolucionario avanza sobre las tropas de la alianza, estupefactas por la noticia, forzando a muchas de ellas a dejar sus armas y pertrechos para huir. En las próximas semanas se firmaría una paz bajo condiciones favorables para el gobierno francés.
Zar Alejandro I



 Pero esto no era suficiente para declarar a Napoleón vencedor, pues ya antes La Alianza había roto una tregua después de ser vencida. Lo siguiente sería deshacer el bloqueo naval inglés. Francia había construido una formidable armada que había sido vencida en Trafalgar casi 8 años antes, pero tenía la capacidad de reemplazarla, y con el continente pacificado lo hizo rápidamente. En una batalla feroz en el estrecho de La Mancha, nuevamente los globos y sus señales juegan un papel fundamental al avisar de las formaciones de la flota inglesa y sus movimientos. Incluso demuestran la capacidad de detener algunos de los brulotes dirigidos contra la flota francesa bombardeándolos antes de que llegaran a impactar a los barcos franceses. Durante la confrontación final. El dirigible francés bautizado Etendard (estandarte), logra lanzar dos granadas especiales sobre la cubierta del barco insignia inglés permitiendo su abordaje. Los ingleses cavilarían largamente sobre cuál hubiese sido el desenlace si el Almirante Nelson (muerto tras la batalla de Trafalgar) hubiese estado con vida.
Este fue el principio del gran imperio Napoleónico. Habría de durar tan solo diez años. Después de la muerte de Napoleón I como consecuencias de una neumonía, asume su sobrino Napoleón II y si bien no muestra el temple de un emperador para lidiar con las intrigas cortesanas, logra extender el imperio por otros 25 años. Su permanencia se debió al interés de los reyes europeos de mantenerlo como arbitro en sus disputas, de manera similar a lo que en la dad media había sido la figura del primus inter pares (el primero entre iguales).
Napoleon II de acuerdo a Alas.


De más está decir que la preeminencia de Francia en Europa y su nueva superioridad naval arruinó el comercio de Inglaterra tanto con el continente como con sus colonias. Como consecuencia, y habida cuenta de que podían optar por tener relaciones comerciales con la progresista nación francesa, estas últimas se fueron independizando poco a poco con el visto bueno de Paris.
La dinastía Napoleónica y su modo de gobierno no sólo ocupó toda Europa sino que se extendió con notable éxito en Sudamérica y países de Africa y Asia, dando lugar a una expansión brusca de las ideas republicanas como las entendía el Emperador. Como resultado, la ex-colonias lograron desarrollarse hasta niveles apreciables si bien dependientes de los avances técnicos de Europa. Sin embargo, la república pronto dejaría de lado sus principios más liberales y se convertiría en una monarquía constitucional con marcadas diferencias sociales. A la muerte de Napoleón II sucedió una época de notable incertidumbre. Los viejos revolucionarios organizaron aquí y allá camarillas para conspirar por el regreso de un gobierno del pueblo, esta vez a escala mundial, lo que desembocaría en la rebelión de 1848. La iglesia aprovechó este momento para obtener prebendas del rey que restituyeran sus privilegios. Llevada por sus dirigibles privados y unificada y analizada por los obispos, la información exclusiva que poseía le permitía al vaticano tener una idea general de los sucesos políticos relevantes del mundo occidental antes que nadie, y con este conocimiento contribuyó a sofocar la revuelta al tiempo que se fue haciendo cada vez más influyente y poderoso. Esto sólo cambiaría con el consejo mundial de nobles de 1870 donde la dinastía Napoleónica junto a todas las demás casas relevantes acordaron terminar con ese estado de cosas. En primer lugar limpiaron sus propias filas de elementos revolucionarios, usando también información provista por la iglesia. Luego se volvieron contra ésta y acusando tácitamente al papa de conspiración, desarmaron rápidamente la red de inteligencia e influencias internacional que había desarrollado. Siguieron sublevaciones de zonas fieles al catolicismo que generaron sangrientas guerras. Finalmente se estableció un férreo control de todas las iglesias que solamente podrían operar en adelante bajo el patrocinio del monarca local, a nivel nacional, pero también por debajo de éste.
La autoridad del papado fue limitada

De esta época data la prohibición en Europa y muchos países de la posesión de máquinas voladoras para los comunes, traducida en la fórmula común: “el cielo es para la clase alta”. En las años siguientes el consejo tuvo idas y vuelvas, se habló de restituir la gloria del imperio napoleónico merced a un gobierno unificado a cargo del consejo, pero no prosperó. En cambio, lenta pero seguramente el imperio se fue desmembrando, siguiendo la tendencia que había comenzado a la muerte de Napoleón I. Los herederos de Napoleón se repartieron los territorios. Establecieron alianzas con las viejas dinastías y en ocasiones dejaron que aquellas retomaran sus reinados como regencias nominales. Cada vez más, la política adquirió un tinte localista gracias a las nuevas comunicaciones que permitían intercambiar las producciones locales sin otro intermediario que el gremio correspondiente. La administración civil se fue convirtiendo en una parte imprescindible del gobierno que, aunque separada de la nobleza, manejaba los movimientos sociales larvados en las clases bajas. Si bien las constituciones europeas contemplaban un parlamento con dos o más cuerpos, la autoridad ejecutiva seguía en manos del rey. En cada región el noble terrateniente ejercía la supervisión y el comando efectivo de la administración y lo que era más importante de la economía local.

El comercio de bienes lujosos para la nueva nobleza adquirió más y más importancia. Los nuevos Mongolfiers apodados más tarde Zeppelins (cuando el diseño de cierto conde badenés se impuso) permitían llevar más carga y más rápido que los descuidados y poco desarrollados medios de transporte terrestres y marítimos tradicionales. Estos últimos avanzaron poco técnicamente. El comercio aéreo en cambio llegó a todas partes del mundo para disfrute de las clases acomodadas. La superioridad bélica de occidente hacía que el resto del mundo fuese rápidamente absorbido por su zona de influencia y su modo de vida.

La nobleza encontraba su posición sustentada en tres pilares materiales: la posesión exclusiva de las naves aéreas, los derechos exclusivos de las rutas comerciales y los derechos territoriales sempiternos pero realzados por el valor estratégico de los recursos que eran necesarios para la nueva ciencia (el petróleo para alimentar los motores, las fibras para hacer los dirigibles, el helio para elevarlos). También se prohibía a los gentiles talar ciertos árboles por su potencial uso para la aviación.

La explotación de los minerales preciosos (oro, platino, gemas...etc.) llegó a su máximo nivel con el uso de motores, de vapor y diésel que habían sido inventados primero para el transporte aéreo. Por supuesto hacía falta un transporte habitual para materiales más vulgares, como el hierro, los géneros vulgares, y en menor medida los alimentos. Para eso, el gremio de los motores creó vehículos de ruedas (coches a motor también llamados tractores, por su función) capaces de transitar las rutas difíciles de Europa. Pronto fueron utilizados para un sinnúmero de funciones cotidianas en el campo y la ciudad. Los mongolfiers se equiparon con rampas especiales para cargar estas herramientas y llevarlas adonde fueran requeridas.



El tractor, "el Zeppelin del pueblo"


Entretanto, el transporte naval iba incorporando los nuevos motores lentamente. Los nobles viajaban en grandes yates lujosos o incluso en grandes cruceros con pistas de aterrizaje para sus aeronaves. Para el pueblo, la pesca se convirtió en una forma de vida interesante ya que recibía poca atención por parte de los gobiernos pero por lo mismo estaba expuesta a los piratas en particular en las zonas marginales. Una gran cantidad de puertos se convirtió en refugios más o menos temporales para estos “empresarios independientes”, notablemente China, Centro América y algunos países del océano pacífico, que no adoptaron el nuevo régimen como sistema político pagando en general con el aislamiento y la pobreza.


La pesca, una actividad marginal



2) La técnica que cambió el Mundo
Computador mecánico


Como se habrá visto anteriormente en el mundo de Alas, la tecnología fue la causante principal del cambio de curso de la historia, pero ésta también se vio cambiada grandemente por los sucesos que provocó. La tecnología aérea fue la que más se desarrolló y el comercio se convirtió pronto en sinónimo de dirigibles, los mongolfiers. Junto a ésta, al principio poco importante, se desarrolló la tecnología de señales y códigos que había empezado con aquellos globos de reconocimiento del ejército republicano.

El primer gran salto en esta línea lo causó la creación del telégrafo óptico, un método perfeccionado de señales luminosas para comunicarse en el aire, más tarde utilizado también en tierra. Al principio los mensajes eran decodificados manualmente por operarios humanos usando el código “Napoleón”, pero a principios del siglo XX el perfeccionamiento de las máquinas de calcular numéricas y analógicas dieron la posibilidad de automatizar el proceso acelerando enormemente el flujo de información transmitida. El principio se basó en el uso de un telescopio que recibía los mensajes y un computador mecánico que los decodificaba y los almacenaba. En sentido inverso, un faro emitía haces concentrados de luces de colores que simbolizaban el mensaje. Cuando era necesario se instalaban torres repetidoras o "faros" para extender el alcance. La nobleza, el ejército, la administración y los gremios pronto adquirieron este invento y lo transformaron en elemento fundamental de su funcionamiento. Los dirigibles de la realeza fueron equipados con instrumentos de navegación basados en las máquinas de calcular y surgieron los vuelos nocturnos o “Imperiales” que son considerados imposibles de interceptar. Pronto le siguieron la radio y finalmente los teledaguerrotipos, con los cuales las familias pudientes se comunican con imágenes y sonido. Combinados con estos computadores, las marionetas mecánicas creadas como entretenimiento (robotz) se han ido refinando y adquiriendo funciones cada vez más complejas y originando un concepto de imprevisibles proyecciones: la automotricidad.

Automotores

3) La empresa clandestina

Nada de esto logró erradicar por completo el peligro mayor para la clase alta: la piratería. La piratería de desarrolló junto con el comercio aéreo y persiste como forma más ventajosa de delincuencia ya que en ocasiones es aprovechada por la misma nobleza contra sus rivales. Los corsarios que un noble arma contra su enemigo temporal no desaparecen sin más al ser dados de baja. Más frecuentemente reutilizan las habilidades aprendidas para sus "emprendimientos personales". Europa está plagada de pistas de aterrizaje y aeródromos más o menos abandonados que los nobles han hecho construir en la medida de sus necesidades temporales. Estos son re-aprovechados como bases de operaciones temporales por los asaltantes del aire. Despliegan tesoros de ingenio para realizar sus golpes. En ocasiones incluso se limitan a pedir rescate por los dirigibles y su cargamento. En otras son lo bastante hábiles para repartir el botín en pequeñas partes transportadas en vehículos aéreos ilegales o incluso terrestres y acuáticos. Estos bienes luego se venden dentro de la densa red del mercado negro. A su vez, este mercado es una fuente apreciable de los ingresos de la administración pública.
Un hidroavión pirata huyendo con su botín

Además, no todo el comercio importante es siempre oficial. Para evitar las pesadas cargas aduaneras de pasar de un condado al otro, los realmente emprendedores se abocaban al contrabando también. En cualquier caso, fronteras cercanas no siempre estables favorecen la huida de los delincuentes aéreos y dificultan su persecución. Así, la piratería y el contrabando son muchas veces pequeñas guerras larvadas entre señores rivales. En ocasiones la guerra hace eclosión. Los caballeros arman sus naves para el combate mortal y hacen raids contra sus enemigos. La justicia para los nobles se hizo compleja desde que la iglesia se hiciera nacional. En general un noble capturado puede ser liberado si sus allegados pagan su rescate, pero cuando nadie solventa el trato, los nobles son enviados al circo local donde deben pagar con el espectáculo de sus proezas marciales.

4) El Circo (Le Cirque)

El circo aéreo es una deformación de las justas aéreas que los nobles realizan para ajustar cuestiones de honor o solamente por deporte. En El Circo aeronaves de distinto tipo se baten a duelo en general a muerte. El espectáculo es visto por los promotores que observaban en general desde dirigibles en lo alto. Los aviones son provistos de combustible limitado para evitar la fuga de los condenados. Una escuadrilla de caballeros patrulla por encima de ellos a distancia para asegurarse de que combatan.

En ocasiones extraordinarias los nobles participan voluntariamente en los combates, más raramente, un gladiador o prisionero de origen alto que ha combatido durante mucho tiempo es autorizado a participar en el torneo oficial donde las posibilidades de supervivencia son mayores.

Sólo los nobles son aceptados en las justas del torneo oficial donde las condiciones de subsistencia son muy distintas. La Liga Mundial es muy estricta en cuanto a los requisitos que exige a los participantes, aunque no son pocos los “arribistas” que haciendo méritos adquieren la categoría necesaria para inscribirse . En tiempos de paz los torneos son frecuentes y de ellos surge un gran campeón mundial que se lleva el premio mayor. Si bien los campeones de provincias ricas (Francia, Sajonia, Bavaria, Westfalia...) son los favoritos, una buen ubicación en el ranking basta para mandar una poderosa advertencia sobre las disposiciones para la guerra a los posibles enemigos de cualquier condado.

El espectáculo es repetido en los
cinémas provistos por la administración en todo el mundo.
Las innovaciones que los maestros del gremio de los motoristas introducen aquí son un factor a tener en cuenta, pero por supuesto las intrigas juegan un papel decisivo a la hora de establecer las posibilidades de triunfo de los competidores.

Las medidas de seguridad principales son dos: en general toda cabina está blindada. Por otra parte, las armas y las municiones son cuidadosamente calibradas y evaluadas para una letalidad limitada. Por eso, la solidez de los aviones cobra en general una gran importancia, similar a la de las prestaciones de vuelo en sí. Existe un mínimo de lastre a llevar en donde el peso del blindaje de la cabina esta incluido (un avión puede usar todo el peso de lastre como armadura personal aunque no es siempre el caso). Un competidor cuyo avión está averiado o que ha resultado herido se retira en general del combate. Las tragedias suceden más frecuentemente por problemas mecánicos. Si el combate termina con los dos aviones en el aire. Se procede a evaluar los daños. En general en estos casos el recuento de los impactos de bala en los aparatos es suficiente para determinar al vencedor pero en ocasiones hace falta una
repetition del duelo en el próximo día de buen tiempo.


5) La vida a ras del suelo

El Estado (“La Administración”) se hace cargo de los ciudadanos comunes. Una población mundial creciente, (se calcula la población mundial en 1920, de 1000 millones de habitantes) implica una conflictividad constante y la necesidad de reprimir a los radicales para preservar la monarquía constitucional (el gobierno “legítimo” ya que, “como se ha demostrado históricamente, no hay otra cosa posible”). El Estado organiza una suerte de culto del entretenimiento. Lo caballeroso de lo lúdico atrae al pueblo que busca “sentirse parte”.  
 
Las apuestas, los deportes, la prostitución, son las actividades que la administración regula y gracias a la cual recauda sus más importantes recursos líquidos.
Los nobles no se inmiscuyen directamente en lo que consideran “bajezas de la plebe”. A cambio de ceder el monopolio administrativo, reciben su parte de los prefectos y burgomaestres, con los que son “socios”.
Corrupción y desenfreno son vistos como la marca de las clases bajas. En la cima, los nobles cultivan el honor. Eso no evita que bandas de jóvenes aristócratas “sin alas” (es decir que no poseen medios propios) descienden a ajusticiar a los corruptos que no son tan costosos y productivos o que tienen reemplazo, casi siempre con la tolerancia de sus mayores.
Cierto revival politeísta se ha producido en la última centuria así como el “Culto de la sangre”  que ha impuesto el valor del sacrificio ritual y que atraviesa todas las clases. Una mística nueva que cree en la elevación espiritual por los deportes mortales. A través de este “espíritu caballeroso” todo el mundo puede ambicionar elevarse socialmente y recibir beneficios acorde a su mérito aunque en la práctica las barreras de clase hacen de esto algo que se da excepcionalmente para gente sin recursos suficientes.

La prensa escrita persiste como una referencia para la opinión pública a pesar de muchos golpes recibidos con el tiempo por parte de la censura. A veces, los escritores se refugian en la literatura para hacer pasar sus mensajes políticos más o menos disimulados. Héroes casuales se vuelven causas del pueblo y fenómenos de masas estallan como formas de expresar el descontento. Los actores de teatro moderno, equipados con efectos de luz y máquinas, representan el imaginario de las clases subalternas y las estrellas del teatro causan furor. Ante tantas demandas, recientemente en los reinos centrales se ha levantado nominalmente la veda a la propiedad de aeronaves por parte de los privados. Ante los cambios, la nobleza se siente amenazada y suele reaccionar con medidas represivas brutales de forma oficial o extra-oficial. Por supuesto la fermentación social se produce también porque hay una parte, si bien minoritaria, de la nobleza que es partidaria de una reorganización social a la luz de las nuevas circunstancias.

De haber progresado el proceso económico conocido como la “revolución industrial inglesa” o "Monopolio de los textiles", muy pocos países se hubieran organizado tras estados monárquico-constitucionalistas o del “Nuevo Regimen”. E Incluso aquellos que lo hicieran se hubiesen visto obligados a competir con los países mercantiles, desarrollando una clase técnica y comercial propia. La idea de producir en grandes cantidades y a bajo costo hubiese continuado expandiéndose siguiendo el modelo que fue exitoso durante un tiempo en el caso particular de las telas inglesas. Pero el mercantilismo británico naufragó en un mundo de fronteras cerradas y de comercio y recursos controlados por la nobleza. La calidad exigida por la clase alta hacía que el artesano de gran habilidad siguiera siendo el protagonista principal del proceso productivo. Con el fracaso económico del Reino Unido pareció quedar demostrado que el orden y progreso de la humanidad debía quedar en las manos de una aristocracia autónoma y moderna. Asimismo, el modelo político inglés de una amplia representación de los comerciantes en el parlamento debió ser revisado. El progreso industrial se dio en la medida de las necesidades de la clase gobernante y dependiendo de su apoyo y dirección si bien muchas de las funciones prácticas quedaron en manos de la nueva administración.
Sin embargo algunos sectores de la sociedad, particularmente en las ciudades, todavía aspiran a la liberalización de las actividades comerciales para las clases comunes como prometía la revolución. Salvo que, atados a las regulaciones estatales, y dependiendo de su apoyo para encarar nuevas iniciativas, su capacidad de influencia es limitada.

Por otra parte, un segundo grupo de conspiradores es el constituido por los defensores de las consignas originales de 1789. Traicionados por la burguesía y condenados por la nobleza, luchan en las sombras para derribar el régimen actual e instaurar la democracia directa; el gobierno del pueblo que termine con la desigualdad entre los hombres. Los países independientes que fueron tocados por el espíritu republicano de la revolución francesa como la Unión de Norteamérica, Haití, Chile o India suelen ser el refugio de estos agitadores cuando, perseguidos por su activismo, no les queda otra opción que el exilio. Esos pocos países independientes o semi-independientes con gobiernos republicanos prosperan gracias al uso cuidadoso de sus recursos, pero, bajo la égida de los dueños del comercio mundial, no tienen otra alternativa para mantener sus libertades que avenirse a las regulaciones que la dinastía imperial impone y esto le pone un techo a su desarrollo.

La excepción es Rusia, en donde el recientemente derrocamiento del gobierno les ha otorgado a los revolucionarios la oportunidad de poner en práctica sus métodos organizativos. Aunque los gobiernos aristocráticos del mundo desean terminar con lo que consideran un mal ejemplo para el pueblo y una amenaza al orden, no han logrado todavía concertar un ataque directo y se contentan con promover los conflictos con sus vecinos y con el boicot comercial, antes que encarar una guerra masiva, que sería muy costosa y anti-popular. Las ideas igualitaristas prosperan en algunos ámbitos aislados, pero el progreso que promete el regimen establecido mantiene al hombre común esperanzado y hace que los reclamos de las clases disconformes no alcancen en general una masa crítica como ocurrió excepcionalmente en Rusia. Las revueltas sectoriales y locales no son raras sin embargo.





UN MUNDO DE FUEGO EN EL CIELO



Alas es un mundo de nobles perplejos ante la persistencia de los agentes del desorden encarnados en las facciones conspiradoras populares. Una nobleza convencida de haber logrado imponer una autoridad capaz de mantener el orden social a nivel global como nunca se había logrado antes en la historia de la humanidad, y que por lo tanto no puede atender a las perspectivas parciales y retrógradas de sus subalternos .
Un mundo de conspiradores por una parte frustrados por la ineficiencia estatal y la imposibilidad de manejar las vías comerciales de manera privada, y que sin embargo comprueban día a día que una mentalidad emprendedora les permite elevarse sobre el promedio de la sociedad, y por otra, de luchadores sociales poseídos por ideas como las de libertad, igualdad y fraternidad, pero también de tradición, comunidad y naturaleza, a veces capaces de provocar reacciones populares y de llevar a cabo planes que parecerían alocados en un principio.
Un mundo de mentalidades contrapuestas y de puntos de vista sobre la vida incompatibles, de verdades concurrentes que nadie puede o quiere descifrar. Un mundo viejo que se resiste a morir porque teme perder el sentido y teme al cambio.
Es un mundo donde la religión pero la ciencia y el dinero han demostrado su incapacidad para salvar a la sociedad y sólo prosperan las ideas de una imaginación cada vez más desbocada.
Un mundo que parece por caprichos de la historia condenado a revivir las alternativas que ya habían considerado sepultadas en el pasado y que busca sin embargo la forma de no repetirse. Donde sólo lo desconocido e incongruente parece posible.
Un mundo donde la ciencia es artesanal, la nobleza moderna, el revolucionario tradicional
y el burgués desinteresado. Donde la guerra es arte y el arte es política. La religión filosofía y la filosofía fanatismo.
Un mundo de cielos teñidos por el fuego de una guerra espiritual sin fronteras.
Un mundo por fin, donde la sabiduría es el premio de una vida de aventuras.